martes, 22 de febrero de 2011

Los carismas de sabiduría y conocimiento

San Pablo y los carismas de sabiduría y conocimiento
Sino que hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los príncipes de este mundo - pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria -. Más bien, como dice la Escritura, anunciamos: lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó  para los que le aman.                                                                1º Corintios 2, 7 - 9


En la lista de los carismas que Pablo propo9ne a los destinatarios de la carta a los Corintios coloca en primer lugar la palabra Sabiduría, logosofía. En el desarrollo a la Primera Carta a los Corintios de la que estamos tratando en estos días cuando se ha ocupado del papel y del lugar de los ministros de la comunidad Pablo se ha referido a la palabra de sabiduría. Esto aparece en Primera de Corintios 2, 4 y se refiere más específicamente después como hemos compartido allí del verso 7 al 9, hay discordias en la Iglesia de Corinto. Cuando uno se detiene en los primeros versículos de la Primera Carta 1, 11-12 se da cuenta ahí que hay algo que no anda.  Pablo cuando escribe sale al cruce de la comunidad en todo y cada uno de sus momentos, cuando las cosas andan viento en popa, cuando no andan bien, siempre hay una ocasión para escribir para el, para intervenir digamos. Y dice ahí en el ver4so 11 el Apóstol porque los de la familia de Cloe me han contado que hay discordias entre ustedes. Me refiero a que cada uno afirma: yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo. Hay división. Hay una discordia generada por una división por partidos que se han tomado dentro de la comunidad de los Corintios. Todo parece indicar que los miembros de la comunidad se oponen a otros por la adhesión a lo que podríamos llamar distintos predicadores. Uno de estos predicadores, presumiblemente Apolo, se ha destacado por la elocuencia. Esto lo vemos en Hechos 18, 24. 
Lucas aquí muestra ésta capacidad de Apolo de persuadir fuertemente con la palabra. Tiene ese don del anuncio de la predicación. Veamos que dice Hechos 18,24 un judío llamado Apolo originario de Alejandría había llegado a Efeso. Era un hombre elocuente y versado en las escrituras. Había sido iniciado en el camino del Señor y lleno de fervor exponía y enseñaba con precisión lo que se refería a Jesús aunque no conocía otro Bautismo más que el de Juan. Aquí está éste personaje y los que han quedado impresionados por su predicación se comportan como si constituyeran un partido enfrentado con otros. Parece que aquí está la cuestión, parece que parte del conflicto tiene que ver con ésta aparición de Apolo y algunos seguidores suyos como quien sigue fanáticamente a alguien sin tener la referencia directa, en éste caso a quien es el protagonista de la historia: Jesús.
Por eso Pablo va a decir ¿Cómo? ¿Jesús está dividido? Toda la intención de Pablo en la Primera Carta a los Corintios va ser mostrar que éste Cristo total cabeza y miembros no puede ser dividido. Ustedes son un cuerpo y atención con las divisiones. Hay una presencia misteriosa de Jesús contra la que no se puede atentar y quien atenta contra esa presencia de unidad de Jesús atenta contra sigo mismo. Puede terminar por comer su propia condenación, va a decir el Apóstol, si está dividido hacia dentro de la comunidad.
La palabra de Sabiduría sería como la retórica usada en el discurso, la forma de aumentar para convencer a los oyentes. Con respecto a esto Pablo dice que éstas son palabras persuasivas, sabiduría humana, son sabiduría de los hombres pero Cristo no lo envió a Pablo a predicar con palabra de sabiduría sino con la sabiduría que nace de la predicación de la cruz.
Cuando Pablo habla del don de la Sabiduría está hablando en estos términos y se está diferenciando de ésta otra persuasión de sabiduría que trae división. Atención. Como dicen algunos, medio encantador de víboras resultó ser cuando habla. Es porque tiene esa capacidad de persuadir. Pablo habla de eso también pero esa persuasión capaz de terminar con las cosas más difíciles viene por una predicación de poder, dice el Apóstol, que está concentrada en un mensaje que yo llevo como el mejor de todos los mensajes: es Cristo Crucificado.  Yo a ustedes no me acerqué con la sabiduría humana, con la persuasión de un predicador. Yo me acerqué a ustedes para mostrarles un misterio: el de Cristo y Cristo Crucificado para algunos una locura, para otros una necedad, para nosotros, para los que creemos en el misterio, fuerza y sabiduría de Dios.
La sabiduría de la que Pablo está hablando, el don de la Sabiduría identifica al predicador, al que anuncia, al que proclama con el misterio de la cruz. La cruz termina con toda división , la cruz aleja toda división. Jesús lo ha expresado claramente cuando habla acerca del momento en el que sea puesto en lo alto atraeré a todos hacia mi y Pablo va a decir con el misterio de Jesús en medio nuestro no hay más división entre judío y griego, hombre y mujer, esclavo y libre todos somos uno en Cristo.  La unidad la trae el misterio Pascual de Cristo Crucificado y Resucitado. Este es el corazón de la predicación paulina y éste es el don de la Sabiduría de la que Pablo habla. Se distingue de ésta otra persuasión sabia que cuando no está concentrada en torno a la persona de Cristo y su Pascua genera división.
 Pablo habla además de éste misterio, éste don, ésta Gracia, éste carisma de la sabiduría de palabra de conocimiento. De que se trata esto?
Después de haber mencionado la palabra sabiduría Pablo enuncia palabra de conocimiento. En griego sería logos gnoseos que son dos ideas muy cercanas. Por el lenguaje usado por Pablo en su Carta se puede percibir que los Corintios tienen interés en el conocimiento e interés en la sabiduría. Al introducir su Carta, al escribirle a los Corintios, Pablo da gracias a Dios porque los destinatarios han sido colmados con toda clase de riqueza en la Palabra y el conocimiento.  Esto aparece dos veces en el texto paulino a los Corintios. En la Primera Carta 1 Corintios 1,5 Pablo da gracias a Dios por éste don de conocimiento en efecto ustedes han sido colmados en El con toda clase de riquezas, las de las palabras, las del conocimiento en la medida que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. No es una gnosis un conocimiento teórico, no es una doctrina, una ideología. Es una Gracia de conocer por la presencia del amor de Dios.
Esto que con tanta hermosura Teresita dice cuando habla del amor como una ciencia, el amor da capacidad de penetrar mucho más allá. Cuando se habla de éste don que el Padre Pío o que el Cura de Ars tenía de penetrar las almas y darse cuenta de donde estaba parado el que tenía delante suyo.
No es como creían algunos o como por ahí algunos sospechan tenía algún maleficio medio emparentado con la brujería. Es la Gracia de la caridad que lo vinculaba al misterio de la cruz por eso la sabiduría y el conocimiento van de la mano. La Gracia de la sabiduría por el misterio de la cruz es fruto de una experiencia profunda, de un amor que nos familiariza con el misterio central de la Pascua y es justamente la capacidad de amar respondiendo a la invitación de Dios la que nos crucifica con Cristo haciéndonos uno con El.
Podemos nosotros también decir con Pablo en éste proceso de identificación con Jesús desde la caridad que hemos sido también marcados nosotros por la Gracia del misterio del Señor y que la llevamos sobre nuestra propia carne a la cruz de Cristo. Esta sabiduría fruto de la respuesta de amor a la propuesta de amor de Dios es la que genera el don del conocimiento.
Es un conocimiento por amor. Es un conocimiento que por ahí Benedicto XVI le llama conocimiento por amistad. Amistad en términos de caridad, de amor. Así como Pablo distinguió entre dos clases de palabras, de sabiduría, también distingue entre dos clases de conocimiento.
Cuando hablábamos de la sabiduría recién haciendo referencia a aquella que introdujo Apolo y que generó alguna división en la comunidad que es más una persuasión que un discurso humano y lo distingue Pablo de ésta otra persuasión de la fuerza de caridad en el misterio de la Pascua, Pablo habla también de dos clases así como de sabiduría también de conocimiento.
Todos tenemos conocimiento pero el menosprecia el conocimiento que infla, que llena de orgullo, ese conocimiento que nosotros sabemos decir: éste se la sabe todas. Es ese conocimiento que nos agranda, que nos hace soberbios. Pablo distingue éste conocimiento de aquel otro del que habla como don de Dios.
Un poquito más adelante lo que veníamos compartiendo dice que los paganos tienen muchos dioses y Señores pero para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre de todos a quien nosotros estamos destinados, y un solo Señor Jesucristo por quien todo existe y por quien todos nosotros existimos
Y a continuación afirma:. sin embargo no todos tienen éste conocimiento. De que está hablando Pablo acá? No de un conocimiento que deviene de la racionalidad, de la intelección que surge de una buena capacidad argumentativa que Pablo no la desprecia, Era bastante versado en letras, un hombre muy culto.
Pero lo distingue éste conocimiento a ésta otra experiencia que el ha hecho tal vez porque justamente de ahílo bajaron. Un hombre tan conocedor de la ley. A Pablo no lo voltean de un caballo. Lo que le voltean es la estantería de los libros que llevaba arriba. Un poquito ésta experiencia también la hizo al final de su vida Santo Tomás de Aquino cuando tuvo una experiencia tan fuerte de la gloria de Dios que cuando volvió en si mismo dijo:  ¿Qué hice?, lo que he escrito es todo paja... Quiso quemarlo dice la tradición. Quiso como volver de la realidad lo que he escrito es paja. Mira que el aparato teológico que está puesto allí tiene un peso más que significativo. Sin embargo la experiencia que Tomás de Aquino hace de la gloria de Dios hace que cuando vuelve en si dice no es nada todo esto frente a ésta otra experiencia, frente a éste otro conocimiento.
Uno cuando habla con cierta gente que no es tan culta, que no ha estudiado ni teología ni filosofía ni tiene letras se da cuenta que gente que tiene conocimiento por otro lugar que no es el de los libros y es una Gracia. Por eso Teresa de Jesús va a decir que es muy importante éste don de la experiencia de Dios pero si viene con letras mejor. No hay que decir que éste vale porque es el que nos viene de Dios y el otro que también viene de Dios pero que supone más un esfuerzo nuestro por la argumentación no tiene tanto valor. Hay que compaginar las dos cosas. Lo que Pablo hace es distinguirlas y dice que en realidad el que es don es éste que viene por un camino que no son el de los libros, que no son los que vienen por el lado de la ciencia. Hay ciertas viejitas con las que yo me encuentro por aquí y a veces por el aire que dicen cada cosa que uno no deja de terminar de aprenderla. En éste lugar somos todos discípulos. Yo también. Todos somos discípulos de la Gracia del conocimiento que Dios nos regala a trasvés de éste hermoso espacio de la catequesis. Pablo distingue entre éste doble conocer. El mismo Dios que dijo en 2 Corintios 4, 6 el Apóstol dice: el mismo Dios que dijo brille la luz en medio de las tinieblas es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria reflejada en el rostro de Cristo.  Es un conocimiento que brota de la gloria de Cristo Resucitado y que se nos comunica a nosotros como Gracia. Es lo que celebramos hoy: la Gracia de la Transfiguración.  ¿Que es la Transfiguración? Es la gloria del Señor anticipada y eso se ve que es una experiencia hermosa que ocurre cuando nos reunimos en el nombre de Jesús, que acontece cada vez que en su nombre somos convocados. Dan ganas de quedarse allí como Pedro.  Parece que era tan bueno y dijo nos quedemos acá, hagamos tres carpas. Estamos bomba acá. Jesús claramente les dice muchachos para llegar a éste lugar hay que pasar por allá abajo. Hacia la gloria vamos pero en realidad el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los sumos sacerdotes, va ser condenado, va ser crucificado y al tercer día Resucitará.
Inmediatamente después de la experiencia de la gloria el Señor los pone de cara a la realidad. La gloria que nos genera conocimiento de Dios, la manifestación de la gloria en el rostro de Cristo como dice Pablo hablando de la experiencia de la Transfiguración es para afrontar la cosa de todos los días. Por eso se dice: es una persona de oración, tiene un conocimiento bárbaro pero anda volando por allá arriba. Difícil que el chancho vuele, como dicen, aunque tome mucha carrera no despega. Hay que sospechar de ciertas experiencias místicas entre comillas cuando no están bien aterrizaditas en la tierra, bien metida en el barro. Jesús regala Gracias de todo tipo. Te muestra su gloria, te regala el don más maravilloso pero después te mete en el fango porque la vida se transforma desde la gloria de Cristo reflejada en nosotros en la cosa de todos los días.
Una experiencia muy concreta respecto de esto la tenemos en Teresa de Calcuta. Ella se fue de retiro un mes haber que quería Dios de ella y no pasó nada. Dios le tenía reservado hablarle cuando volviera en el tren. Escuchó una voz dentro suyo que le dijo serás luz entre tus hermanos. Esta experiencia de la gloria de Jesús reflejada en su rostro hizo que ella lo tradujera en gestos de caridad muy concretos donde verdaderamente fue luz para los hermanos.
La experiencia espiritual más honda es espiritualismo cuando nosotros no comprometemos la experiencia espiritual con la cosa de todos los días donde estamos llamados a transformar la realidad. Si llevamos la gloria de Cristo en nosotros y el rostro de Jesús en nosotros como dice Pablo ésta Gracia de conocimiento es para dibujar el rostro de Cristo en toda la realidad humana y eso es trabajo, eso es tarea, compromiso.
Es una espiritualidad encarnada o espiritualismo y el espiritualismo es hablar, dice Juan, cuando habla de la gnosis del anticristo y es justamente lo contrario. Atención con ciertos espiritualismos. La vida espiritual es encarnada o es otra cosa no es la espiritualidad de Cristo. Será la Nirvana, alguna gnosis, alguna experiencia oriental pero nada tiene que ver con la persona de Jesús que ha venido a reflejar el rostro suyo sobre nosotros para que en la realidad podamos transformar también lo que tocamos en gloria para Dios el Padre.

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