miércoles, 20 de mayo de 2009

Consejos para servidores



Que hacemos con la gente que viene con un aborto a nuestros grupos de Oraciòn?
Por Gabriel Rinaudo

Generalmente a nuestros Grupos de Oración llega gente con serios conflictos emocionales y nosotros los servidores tenemos muy poco conocimientos o ignoramos los problemas sin resolver de nuestros hermanos. A veces no sabemos ni cómo enfrentar la solución, oramos ¡que es mucho! y nos sentimos sin herramientas para ayudarlos. Algunas veces damos consejos buenos y otras sin darnos cuenta nos enredamos en las palabras y estos, o no nos entienden o salen sintiéndose peor que cuando llegaron.

En este tiempo me fui encontrando con mucha gente que sufre silenciosamente los traumas de un aborto. Casi siempre, creo que son el 97% las mujeres las que hablan y muestran lo destrozado que están sus vidas y además lo víctimas que son de este sistema de muerte en el que vivimos. Ya lo decía Juan Pablo II que estábamos en una Cultura de Muerte. Pero las veces que escuché hablar a hombres ha sido para encontrarme con un dolor tan grande que destroza la integridad emocional, a tal punto que su silencio se vuelve ira, y hasta a veces llega a la agresividad. Es que nos olvidamos que el ser humano ha sido creado para reproducirse y no para matar a su cría. La mujer tiene la forma de dar vida a uno de su especie y siempre es madre en potencia, sus caderas más amplias para parir, pechos para dar alimento a su hijo y una mentalidad preparada desde la eternidad para jugárselas por su hijo. Y el hombre no se queda atrás en su ser y mentalidad. Estamos llamados a dar vida! Mas allá de lo social y las ideologías creados por el mismo hombre (ya que una vaca no lo haría nunca) para ir disminuyendo la familia, poco a poco desaparece la figura del padre al lado del niño, pocos niños en el matrimonio y en fin… ya no hay idea de familia!!! La cuestión es que se minimiza la idea de los desastres que causa el flagelo del aborto. Se lo intenta mostrar como algo inofensivo, como algo normal. Realmente los poderosos de este mundo saben vendernos un “producto asesino” como algo bueno.

A veces pensando en el tema creo que las mujeres abortan sin saber lo que hacen realmente, están lejos de la vida de Dios. Es que hacen la comunión o confirmación y se van bien lejos de la vida parroquial, ni siquiera hablo de la relación cercana con Dios y nadie les habla de vida en situaciones como éstas y también en estados así ella no habla ni cuenta lo que está viviendo. De un momento a otro “ese estorbo” o “ente no deseado” no está y la mujer empieza a sufrir callada, triste y a nadie se lo puede contar. Es un secreto que se juró a si misma lo llevará a la tumba y se olvida que el secreto la está llevando a la tumba a ella. Se pasan toda la vida huyendo de sus errores y ocultando su vergüenza. Controladas por el recuerdo y viviendo en una gran o terrible culpabilidad. Sin darse cuenta, se castigan a sí mismas, además de auto destruirse. Cuando Caín pecó matando a su hermano, el Señor le dijo “andarás por la tierra errante y vagabundo” Gn. 4, 12 y eso lo vemos tan a diario entre nosotros hoy. Al llegar a nuestros grupos o comunidades y entrando en el proceso de conversión que van viviendo o se las invita a vivir, poco a poco empiezan a relacionarse con su interior y lo que estaba tapadísimo ya no hay forma de seguirlo haciendo, es querer tapar el gran bosque con un árbol. Es allí que van sacando afuera su gran silencio. Se sienten acusadas, condenadas por Dios, he llegado a escuchar que jamás serán perdonadas y que no creen lo vayan a ser, sacan ese mundillo de acusaciones que las tiene atrapada y las acusa día y noche. Encima en lo profundo de su corazón tienen guardado la idea del Dios castigo, sádico, perjudicial que tan sólo espera un mal paso para seguir castigando. Me acuerdo un día una chica me decía “yo siempre había creído que lo primero que había abortado era un varón, tuve dos nenas y el tercero es varón y como vivía enfermo de convulsiones debía ser que el Señor se las estaba cobrando para que pague”. Me ha tocado escuchar tantas formas de acusaciones. Es tan normal que después de un tiempo en el Grupo de Oración algunas de estas mujeres empiecen a dar muestras que ya duermen bien, es que uno de los grandes temores es la noche, porque allí tienen pesadillas, sueños de sangre o algo camuflado que no la deja dormir y tan solo se convirtió en insomnio. Es que en la noche se encuentran solos consigo mismo, hay tiempo para enfrentarse y encontrarse con los recuerdos que hay en lo profundo. Es que el tema lo tenemos tan guardados en el inconsciente y llegamos a negarlo, lo tapamos a tal punto que es una parte de la vida que esta borrada. A veces nos olvidamos que somos consientes del 10% ya que el 90% está guardado en el inconsciente, nuestra vida es parecida a un iceberg solo nos acordamos de un poquito del pasado y su dolor y guardamos el terrible dolor allá donde no duele y no nos acordamos más. Negamos, vivimos bloqueados y vemos así a tantas mujeres tan oprimidas y al paso de Jesús por sus vidas van siendo liberadas. Hay una cita bíblica que me encanta y siento que esta para mí que me sirvió tanto para vivir la libertad de hijo de Dios hoy, acá y ahora. “pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. Lc. 19. 10, es bello descubrir que Jesús fue enviado por el Padre a buscar los corazones enfermos y salvar (sanar es sinónimo de salvar) aquello que ni siquiera pensamos está carcomiéndonos por dentro.

Recuerdo una vez al p. Agustín Sánchez s.j decir que en lo profundo del interior de una mujer que abortó “quedan tremendas cavernas oscuras que van destruyendo la primero la vida interior y luego la física”. Es que lo natural para toda mujer-madre es prepararse y esperar el niño que viene formándose en lo profundo de su vientre, lo no natural es esperar la muerte de su hijo. Por lo tanto si el aborto es provocado, sin dar tantos rodeos, es muy natural que la mujer sea afectada en todo su ser.

Siempre que escucho a alguien llegamos a la conclusión que: existieron muchas presiones internas y externas. Internas: “si le hubiese dicho a mi familia”, “a mi mamá, a mi papa era para desilusionarlo”, “no, me mataban!!!” “como se los decía?”, “me iban a correr como una perra a la calle” me dijo alguien una vez. Externas: “era muy chica para ser madre!”, “se me arruinaba la carrera”, “ en fin… nadie me aconsejó!”, “que diría la gente en ese momento”. Acá encontramos que el problemas se lo hemos tirado al niño y lo planteamos mal. Porque el drama sin resolver no era de la criatura, sino, que era de la madre y el padre (tal vez borrado o inmaduro para hacerse cargo de tal situación), de la sociedad y su pensamiento, de la familia y que tal vez era muy religiosa o rígida en su manera de pensar, las expectativas creadas en torno a esta chica y su novio, conocido o no, a la economía que atravesaba el matrimonio, etc.

Hace unos días leía sobre este tema y llegaba a conocer acerca de la existencia del Síndrome Post Aborto (SPA), que es muy poco conocida esta afección aún por los profesionales. Este SPA llega a afectar no sólo a las madres que abortaron provocándolo a propósito, sino también a los hombres, a la familia (tema del que no se vuelve a hablar nunca más) y al personal médico o quien lo realizó. Es muy conocido que todo aborto genera un fuerte impacto emocional mas allá que se haya dicho a sí misma “resolví el problema”, al correr un tiempo algo así como a las horas, días, semanas y hasta a veces varios años o décadas comienzan a aparecer síntomas y signos que nacen del bloqueo psíquico y afectivo de la mujer. Estas mujeres y hombres con estos traumas tan grandes están casi siempre en nuestros grupos y desconocemos porque actúan así, se sienten acusadas y algunas veces llegan a ser punto de conflicto en la comunidad por el hecho de tener el corazón con falta de Sanación Interior. Algunas veces los servidores nos cerramos en nuestro criterio y nos olvidamos que nosotros si podemos ayudarlos, tan solo si les prestáramos el oído y dejáramos que se desahoguen. Pero mucho cuidado, no demos consejos sin saber del tema. Yo creo que un abrazo, una oración de sanación Interior pidiéndole a Jesús visite este corazón destrozado y vende la herida profunda; mandarla al sacerdote para que él la ayude en esta área es esencial, ya que ellos están permanentemente ayudando a estas madres con vientre de muerte.


Desde la psicología se sabe algunos mecanismos que se pueden tomar ante el aborto:

  1. Racionalización: busca explicar racionalmente, lógicamente porque llegó a practicárselo “si mi mamá se enteraba me mataba”

  2. Represión: no lo recuerda nunca, porque como es tan doloroso mejor negar “lo pasado pisado”

  3. Compensación: trabajar en movimientos PRO VIDA o aquello que tomé para matar ese hijo. Se da una obsesión para justificarse de lo que hizo.

  4. Reacción Contraria: dice a los cuatro vientos que el aborto es bueno. Ej. Las feministas. Tiene la necesidad de demostrar que es bueno matar en el aborto para auto convencerse que estuvo bien lo que hizo. Para calmar la conciencia “Si fulana lo hizo porque tenía plata y era muy católica, además eran la familia tal” “yo no podía hacerme cargo”.

  5. Proyección: no asumiendo la propia responsabilidad, echándole la culpa al otro. Me decía alguien hace unos días que su novio la obligó diciéndole “o ese niño o yo”, “mira que si no te lo sacas me suicido” le decía el mismo chico a su novia.

Las manifestaciones tan comunes algunas y tan esporádicas en otras que nos encontramos los servidores de esta bendita Renovación Carismática Católica son a mi parecer, unidas con algunos escritos que tengo en mis manos ahora:

  • la depresión que afecta al 92% de las mujeres que han abortado, sobre todo en la mujer.

  • La angustia que acompaña a la depresión en el mismo porcentaje según estudios recientes.

  • El divorcio sabe acompañar dentro de un tiempo cercano a realizado el aborto. Me contaba un chico hace un tiempo que “después de sacarse el bebe necesito un tiempo para aclarar ideas”, “es que ya no fue lo mismo después de aquella tarde de noviembre en la que lloramos en la plaza del centro” me decía una amiga que tendría que tener un hijo de mi edad hoy.

  • Aislamiento, desordenes de sueños, sentimientos de culpa, baja autoestima.

  • Un gran conector son las relaciones sexuales, y no sólo con la persona vinculada al aborto.

  • Comportamientos autodestructivos: exceso de alcohol, descuido en el cuidado físico, autoagresiones. Tener que cuidarse de ciertas comidas y cosas y a la larga de una manera inconsciente buscar castigarse “por lo que un día hice”.

  • Suicidio y permisividad sexual.

  • Llorar por cualquier cosa y por lo que “no sé qué me pasa” en la fecha cercana al “día que ocurrió aquello” me decía una señora que siempre se acuerda de aquella tarde, del calor, del dolor de cabeza, el matrimonio que la había aconsejado, en fin…

  • La necesidad silenciosa de adivinar el rostro del niño-a y proyectar en los demás niños “debería ser así”, “jugaría así”, “ya debería haber hecho tal y tal cosa” me decía mi amiga que “ya debería haber terminado el secundario”.

  • Hay algo que poco a poco a la mujer la va conectando con el pasado, le desgarra el corazón y le sigue haciendo vivir en el pasado atada. Son aquellas situaciones, objetos, personas, diálogos, palabras que van haciéndome recordar “aquello”, las visitas al ginecólogo, “el ruido de la aspiradora” me decía alguien y “el ruido de un cuchillo cayéndose al suelo o la pileta de la cocina”. Pasar cerca del lugar donde se practicó la obra. La persona que prestó el dinero, la presencia del… marido.

  • Frente a nuevos nacimientos que van generando una gran angustia. “Así debería estar yo con tanta gente alrededor mirando mi bebe”.

Yo creo y estoy convencido que un buen proceso de sanación del corazón ayuda a cambiar la tristeza en alegría, el llanto en gozo y el duelo en baile. Lo que fui viendo en estos años ha sido maravilloso. Nunca olvidaré aquella mujer que me espero a la salida de una catedral en la que había estado predicando una noche de Agosto acerca de la Sanación Interior, me dijo “por favor ayudame a sanar mi vida destrozada. Necesito un cambio en mi vida. Yo aborté a mi primer hijo con el que hoy es mi marido y nunca me lo pude sacar de la cabeza, al escucharte entendí el porqué de muchas cosas en mi” recuerdo haberle preguntado si se había reconciliado con Dios en la confesión de los pecados? Me contesto que “si, cada vez que me confieso lo vuelvo a confesar”. En realidad eso es signo que nunca pudo perdonar al marido, a quien se lo realizó y la otra señal es que no pudo perdonarse a sí misma. Que estaba con sus diez dedos señalando y recordándose en todo momento lo que había hecho. En cuestión de minutos la invité a orar pidiendo a Dios que tiene poder para volver al pasado de nuestras historias y la llenara de paz en esta área en la que todavía seguía sangrando. La invité a confesarse y le pidiera perdón a Dios por la manera tan dura en la que se estaba tratando a sí misma. Es que nos olvidamos que “somos templo del Espíritu de Dios y que el habita en nosotros” 1 Cor. 3, 16. Recuerdo le di un fuerte abrazo y me volví a casa. A los meses recibí una carta donde me decía lo siguiente: “han pasado 6 meses de aquella noche a la salida de la Evangelización en la que te esperé y te dije que ores por mi o no pasabas. Ahí fue donde por primera vez pude mirar mi situación de frente a la luz de Dios, te cuento que desde esa Oración de Sanación el buen Jesús me fue llenando de paz, la gastritis que llevaba desde ese tiempo desapareció!, y lo curioso era que desde esos días del aborto mis piernas me dolían y cuando me descuidaba se me aflojaban como si fuera a caerme. Era una gran vergüenza porque no podía usar sandalias tacos altos. Visite los mejores médicos y nada. El Amor de Dios fue sanando este terrible dolor silencioso y noté que no volvieron los síntomas que me hacían sentir mal al vivir con esa sensación de caerme en cualquier lado. Bendito sea Dios que me dio la gracia de sentirme verdaderamente hija amada y perdonada de Él, hoy me siento libre de toda culpabilidad y acusación. En este tiempo he descubierto un Cristo Vivo que quiere darme la gracia de ayudar a tantas mujeres que sufren como yo y nadie me había dado una mano para experimentar la grandeza de SU AMOR. Claro que parece que a propósito al Grupo de Oración llegan casi todas con la misma herida, siento que él me pone en el camino a aquellas a las que puedo ayudar, Bendito sea Dios!!!”

Hace unos días atrás me decía un sacerdote de Uruguay acerca de la existencia de retiros de Sanación llamados Viñedo de Raquel, de unos 2 días y medios para las víctimas de SPA, hombres y mujeres con abortos espontáneos o provocados. Sería lindo que buscaras en internet la realización de estos espacios creados para ayudar a aquellos que no saben cómo salir de esta “profunda caverna”. También existe el Proyecto Raquel, de nueve pasos y en México están trabajando con el proyecto IRMA.

El perdón es la base de toda sanación interior. Los servidores de los grupos tenemos que tener muy claro este tema. Hace unos días atrás estaba hablando con quien fue mi maestra en la primaria, la habían operado de la vesícula y como se le había infectado volvió al médico para ver que hacía. Ella me contó que el Dr. le “comenzó a apretar para que saliera el pus que estaba guardado dentro de la herida que estaba cicatrizando”. Ahí sacaba la conclusión que muchas veces vivimos con las heridas imaginando que ya está cerrada y nos olvidamos que el pus hay que sacarlo afuera para sanar bien las heridas. Cuál es el pus guardado? El rencor con esa situación que nunca salió a la luz, sino que se tapó. Lo más asombroso es que muchas veces nos olvidamos que el mismo Jesús nos envió a predicar su palabra y en ella nos invita en varios versículos a perdonar. Muchas veces la gente no perdona porque no sabe cómo hacerlo. Se aferran a las heridas que nunca logran superar. En vez de sacarse el dolor por medio del perdón, lo piensan una y otra vez. Por el resentimiento uno se va enclaustrando e interiorizan su ira y otros estallan ante los demás. Las dos reacciones son dañinas y siempre nos dañan más a nosotros que a los demás, aunque siempre en enojo es consciente e inconsciente contra Dios, el prójimo y nosotros mismos. En nuestros grupos hay gente que en su organismo están enfermos ya no pudiendo soportar más el peso de todos los rencores guardados en su corazón. Cabe recordar que el perdón nos es cuestión de sentimientos bonitos, es con Cristo con quien entro en actitud de perdón. Es porque quiero vivir en plenitud la Palabra y además porque necesito sanar que hago un acto de voluntad. Yo tomo la decisión de perdonar a quienes me hicieron eso que duele y decido perdonarme a mí mismo. Si pudiera darte una especie de oración para que ayudes a quien lo necesita en tu comunidad seria “en tu nombre Señor Jesús yo tomo la decisión de perdonar y declarar inocente a… (que lo diga en vos alta a tal punto que la persona se escuche, el nombre de la persona que la llevó a cometer ese aborto) y te perdono porque no sabias lo que hacías” y en segundo lugar es “Señor Jesús en tu nombre yo me perdono y declaro inocente por haber cometido este aborto” te recomiendo que la persona lo exprese en voz alta. Sería muy bueno lo diga una y otra vez. Cada día leer la lectura de la Palabra que es viva y eficaz, rezar el Rosario, el acompañamiento de alguien que pueda ir orando para que el Señor sane el corazón; la Eucaristía diaria, participando y adorándola es sanadora por excelencia, etc. Nunca olvidarnos que somos seres sumamente complicados y lentos para entrar en esta actitud de libertad interior. Siempre le digo a estas personas por que he orado que no dejen de hacer este camino de conversión y dejando al Señor sane sus historias con amor. En realidad la mayoría de nuestras heridas tienen como raíz el desamor. “El perdón siempre es el fruto de una gracia” decía alguien una vez hablándonos del tema. Tan sólo Dios hace entrar en esta actitud de perdón y con el correr del tiempo nacer de nuevo. También sería muy bueno darle por escrito una oración para que la haga en su casa a solas, algo así como “Señor dame la gracia a tu tiempo y a tu modo de experimentar tu Amor sanador en esta área de mi vida en la que no me siento amada” otra puede ser “Sana y restaura mi dignidad de mujer, de sentirme perdonada y amada por ti”. Recordemos que cuando uno es fiel en su pedido a Dios, el Señor responde abriendo las compuertas de su misericordia.

Algunas veces escuche decir que cada vez que se confiesan vuelven a decir el mismo pecado. Eso es un error, porque ya una vez perdonado el Señor no se acuerda más de ese mal paso. En realidad es que la persona no se perdona y vive mal. Necesita saber que el Señor la perdono y tiro detrás de sus espaldas todo mi pecado. Yo le pedí a una chica con esta situación me leyera en voz alta Miqueas 7, 18 – 19 “que dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? Él no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad. Tu arrojas en lo profundo del mar todos nuestros pecados”. Es que la persona no se ha perdonado a sí misma por eso tiene esa necesidad de vivir confesándolo. Debemos animarla a confiar en el perdón de Dios y no seguir sintiéndose culpable. Invitarla a hacer este ejercicio de auto perdón la ayudará a abrirse a la misericordia de Dios. Te animo a orar por sanación interior a vos mismo por esa persona, una vez que ya haya perdonado como te enseñé antes. El hecho de ser bautizado vos sos templo de Dios y posees la gracia de orar por el corazón herido del hermano necesitado y bloqueado. En Santiago 5, 16 dice “oren los unos por los otros para ser sanados”. Es muy simple, tan solo orá tocándola con un gesto fraterno y pidiéndole al Señor pose su mano sanadora y haga la obra como el primero pensó. En realidad la clave no está en la forma que hagas la oración, ni en tus palabras o trayectoria como servidor, sino, en el poder que Dios tiene para cambiar vidas! Hay una cita preciosa en Jer 33. 3 que dice “Clama a mí y yo te responderé. Te mostraré cosas grandes que tu desconocías” acá se nos da la formula más precisa, es clamando a Dios y dejando que él haga la obra, punto. Yo la llamo el celular de Dios.

Últimos consejitos, primero a nadie le cuentes lo que te contaron. Porque si te dieron un corazón roto es que lo pensaron una y mil veces antes de hablar, imagínate se entere que lo contaste por ahí me imagino que es como echarle un chorro de alcohol a esa herida abierta y lo segundo: no te olvides nunca que la ciencia ha dotado a los profesionales con conocimientos tales como la psicología o psiquiatría. Es muy bueno, o mejor dicho excelente orar con el corazón, animar a perdonar y también a perdonarse a sí mismo y recién ahí orar por sanación del corazón. Pero una mano profesional católica o cristiana ayuda a encauzar vidas quebradas por el aborto.

Y para ir terminando. Acordate cuando Jesús le dijo a aquella mujer que la encontraron en adulterio (Jn. 8, 1 – 11) a la que pensaban lapidar según la ley de Moisés quien te condena? Me encanta pensar que Jesús se agacho a escribir en el suelo algo, mucho se ha escrito de este pasaje y se piensan en muchas cosas. Yo creo que le escribió en el suelo TE AMO se levantó a hablar con los hombres y los enfrentó con una gran verdad mientras que ella leía en la arena lo que le había dejado escrito el Maestro de Galilea, sería algo así como que le mando un mensajito de texto de hoy pero no por celular, sino, escrito en la arena. Al volver a mirarla, es decir acordarte que El se bajó para mirarla a los ojos a la altura en la que se encontraba la mujer (por el piso) le preguntó ¿quién te acusa? Ella le contestó que nadie, él le dijo yo tampoco te condeno! Esta experiencia de saber que vivimos con eternos fantasmas que nos acusan se hace necesario descubrir que tenemos un Salvador no de medidas humanas (Oseas 11, 9) sino, tan grande como nuestro Dios, pueden muchas vidas ser libres de culpabilidades que las atormentan y rompen la salud interior y física. Animo servidor! El Señor te puso en este servicio para ser instrumento en sus manos. El Señor te llama a no poner la confianza en vos y menos en tus limitaciones, sino en la misericordia de Aquel que hace nuevas todas las cosas. Un fuerte abrazo.


Gabriel Rinaudo

gabrielrinaudo@yahoo.com.ar


1 comentario:

  1. Mi querido hermano que alegría inmensa encontrar esta pagina.
    Dios los colme de su Gracia y Amor y los Bendiga en este precioso ministerio en el cual portan en vasijas de barro la gloria esplenderosa del Señor
    Un enorme abrazo y todo mi amor
    Noemi Noelia de Posadas Misiones

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